El Presidente de la Asociación de Industriales de Iquique señaló que la discusión del royalty debe considerar los efectos a largo plazo en as regiones mineras, especialmente aquellos relacionados con inversión y competitividad.
En el marco de la discusión sobre Royalty Minero que se está llevando a cabo en la Comisión de Hacienda del Senado, son diversas las voces que han realizado advertencias en torno a su diseño e implementación.
En concreto, representantes de la industria han manifestado su preocupación acerca de las consecuencias que podría tener una tasa desproporcionada alta en comparación con otras jurisdicciones mineras, lo cual afectaría la competitividad del país y las inversiones futuras.
En esta oportunidad, fue Leopoldo Bailac, Presidente de la Asociación de Industriales de Iquique, quien lamentó que los gremios industriales de la Macrozona Norte -y que son responsable del 80% de la producción minera del país- no hayan sido invitados a la última sesión de la Comisión donde se discute el proyecto.
El líder gremial advirtió en una columna publicada en la Estrella de Iquique, que el Royalty no puede mirarse “como una especie de ‘vaca lechera’ para la recaudación, sino como un entramado de relaciones productivas entre los distintos actores que participan, entre ellos, proveedores y emprendedores locales”, por lo cual hay que ser muy responsables a la hora de determinar cuál será la tasa efectiva.
Al respecto, señaló que diversos expertos independientes han calculado que el royalty quedaría entre un 48 y un 50%, es decir, superior a países como Perú, Australia o Canadá, lo cual tendrá graves consecuencias en la competitividad de Chile y por ende en el empleo de las regiones productivas.
A su juicio, Chile está perdiendo terreno, motivo por el cual las Pymes de la zona norte están en alerta. Según Bailac, un royalty que no considere sus efectos a largo plazo, está condenado al fracaso ya que “la recaudación no servirá de nada si no se asegura la inversión en las regiones productoras para, así, garantizar la sustentabilidad del ecosistema regional”.
