Empleo local en minería alcanza el 70%, pero persiste brecha en formación técnica para enfrentar la minería 4.0

Aunque la mayoría de los trabajadores en faenas mineras provienen de las regiones donde se emplazan, expertos advierten que la transformación digital del sector exige una acción coordinada para fortalecer la formación técnica y generar empleos de calidad.

El empleo local en la minería chilena se ha mantenido estable durante la última década, alcanzando un 70% de participación. Esta cifra refleja el compromiso del sector con el desarrollo de las comunidades vecinas a las faenas. Sin embargo, la transición hacia una minería digital y automatizada ha puesto en evidencia una brecha formativa crítica que podría limitar la empleabilidad en los territorios.

“El compromiso con el empleo local debe ir más allá de la contratación: implica asegurar que las personas tengan acceso a formación pertinente y actualizada. No se trata solo de crear puestos, sino de crear oportunidades reales de desarrollo para las comunidades”, afirmó Mauricio Aguilera, Gerente de Administración de Tres60, empresa especializada en soluciones tecnológicas para la industria.

El caso de proyectos como Tía María, que ha generado más de 600 empleos –503 de ellos locales–, es citado como ejemplo del potencial de la minería para impulsar movilidad social y desarrollo regional, siempre que exista una adecuada articulación entre empresas, gobiernos e instituciones formativas.

“Cuando la minería se vincula de forma efectiva con el desarrollo local, no solo genera empleos, sino que abre caminos concretos de movilidad social en los territorios”, agregó Aguilera.

El Informe de Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena 2019–2028 advierte sobre un desajuste entre la oferta formativa regional y los perfiles requeridos por la industria. Los cargos más críticos incluyen mantenedores mecánicos, operadores de equipos móviles y profesionales en procesamiento de minerales, todos con fuerte componente técnico y digital.

“La minería no solo necesita operadores, sino también técnicos con habilidades digitales, conocimientos en automatización y competencias blandas como resolución de problemas y trabajo en equipo”, explicó Cristian Molina, Gerente de Operaciones de Tres60.

Ante este panorama, los especialistas coinciden en la necesidad de fortalecer alianzas entre empresas mineras, liceos técnicos, CFT, OTEC e instituciones públicas. Programas de formación en alternancia, prácticas duales o reconversiones laborales se posicionan como estrategias clave para preparar a las comunidades locales para los desafíos de la minería 4.0.

“El verdadero desarrollo local se logra cuando las comunidades no solo reciben empleos temporales, sino cuando participan activamente del ecosistema productivo. Eso requiere planificación territorial, inversión en formación técnica y políticas inclusivas que integren también a mujeres y jóvenes en la industria”, concluyó Molina.

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