[Opinión] Cobre: La Gran Oportunidad de Chile

Por Renato Sepúlveda, consultor, presidente Seminarios SAT.

El Calentamiento Global del planeta es uno de los problemas que más preocupa a la Humanidad.  A diario estamos viendo en medios de comunicación y redes sociales sus devastadores efectos, que van desde sequías, derretimiento de hielos, incendios… Y las proyecciones de estos problemas, que son aún más graves.

Por otra parte, en los últimos tres años se han publicado una enorme cantidad de estudios sobre la demanda futura de minerales, entre ellos cobre, resultado de la Transición Energética para reducir dicho calentamiento. Tres ejemplos:

  1. La Consultora especializada Woodmac, ha estimado que la demanda de cobre crecerá aceleradamente: se requieren 9 millones de ton. adicionales al 2030  y se duplicará al 2040.
  2. Standard & Poor, ha indicado que la demanda de cobre se duplicará al año 2035.
  3. BHP señaló recientemente que se requiere invertir US$250.000 millones en cobre de aquí al 2030.

Aunque podríamos seguir enumerando, parece que el consenso es amplio.  Como dice Daniel Yergin de S&P, gran parte de la Transición Energética consiste en la electrificación de sistemas y el cobre está en el corazón de esta electrificación. En otras palabras, la Transición Energética no se podrá realizar sin (mucho más) cobre. Y si el cobre por escasez sube demasiado de precio, ralentizará dicha Transición y no se podrán cumplir las metas del Acuerdo de París de 2015.

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Chile por su parte, no solo es el mayor productor del metal rojo (28,5%), sino que tiene las mayores reservas del planeta (23%).  Junto con el recurso, nuestro país tiene una larga historia de producción de este metal, experiencia muy útil para este nuevo ciclo, en que no hay tiempo para formar nueva mano de obra especializada.

La Gran Oportunidad que Chile tiene hoy es ser parte central en la lucha contra el Calentamiento Global del Planeta, a través de hacer sus mayores esfuerzos por producir a tiempo el cobre que se requiere para ello. De paso, esta Oportunidad significa crear miles de empleos de calidad, aumentos de la recaudación fiscal, movilidad social y otros beneficios.

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El Gobierno ha dado un paso importante al publicar en el Diario Oficial en enero pasado la “Política Nacional Minera 2050”. Ahora se requiere complementar esta iniciativa con la reglamentación que logre materializar dicha Política Nacional.

La Consultora Woodmac ha estimado que en los primeros 15 años de este ciclo, se requieren al menos US$525.000 millones en inversión directa en cobre, más la infraestructura (puertos, energías renovables, etc.) de un cambio que significa duplicar la industria.  Si estimamos una cifra de US$600.000 millones, incluyendo la infraestructura, y consideramos que nuestro país representa el 28,5% de la oferta mundial requerida, Chile debe invertir unos US$170.000 millones en dicho periodo, sólo para mantener la participación de mercado que ha logrado. 

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¿Qué elementos podrían ayudar a que Chile pueda recoger este desafío?

  1. Un programa de atracción de inversiones que seduzca a inversionistas sobre las ventajas de invertir en Chile (como lo están haciendo otros países en este momento).
  2. Una revisión de la tramitación ambiental para -sin descuidar los criterios ESG- facilitar la lucha contra la amenaza ambiental más grande existente: el Calentamiento Global.
  3. Analizar y expeditar la infraestructura crítica y despejar cualquier cuello de botella existente.
  4. Educar a la población en el aporte que significa la minería para el país, especialmente en esta coyuntura del planeta.

Chile puede ser uno de los actores más relevantes de esta épica Transición Energética. 

Las futuras generaciones nos van a agradecer los acuerdos que logremos, y el aporte para tener un país con mayor calidad de vida y mejores oportunidades para sus habitantes.