Ante proyecciones que indican que hasta 97% del concentrado deberá ser importado en 2047, el país busca acuerdos de largo plazo con grandes exportadores y facilidades para instalar capacidades locales de fundición.
India presentó este viernes una ambiciosa estrategia para asegurar el suministro de cobre hacia el año 2047, que contempla incentivar la instalación de fundiciones y refinerías por parte de empresas extranjeras, a cambio de que compañías estatales indias inviertan en operaciones mineras fuera del país. Entre las firmas consideradas en esta política figuran la chilena Codelco y la australiana BHP, ambas con amplia presencia en América Latina.
El documento oficial del gobierno, revelado por Reuters, indica que India —segundo mayor importador mundial de cobre refinado— podría llegar a depender entre un 91% y un 97% de concentrado de cobre importado dentro de las próximas dos décadas. Esta alarmante proyección se basa en la escasa capacidad de producción nacional: aunque el país posee unos 12,2 millones de toneladas de recursos estimados, solo el 18% corresponde a reservas calificadas como explotables.
La demanda de cobre en India ha crecido de manera sostenida. En el año fiscal 2025 las importaciones alcanzaron 1,2 millones de toneladas, un 4% más que el año anterior. Las proyecciones del gobierno apuntan a que el consumo nacional podría llegar a entre 3 y 3,3 millones de toneladas en 2030, y escalar hasta 8,9 o incluso 9,8 millones de toneladas para 2047.
Ante este escenario, India planea ofrecer subsidios a la inversión de capital y exenciones arancelarias para la importación de maquinaria destinada a la construcción de nuevas instalaciones de fundición y refinación. También se considera el apoyo financiero a centros de procesamiento de chatarra metálica, como parte de una estrategia más amplia para diversificar su base de abastecimiento y reducir la dependencia de proveedores internacionales.
El plan incluye la incorporación de un capítulo dedicado al cobre en las negociaciones en curso de tratados de libre comercio con Chile y Perú, con el objetivo de asegurar volúmenes estables de concentrado mediante acuerdos bilaterales. Al mismo tiempo, el gobierno sugiere que las compañías indias comiencen a invertir directamente en proyectos mineros en el extranjero, como una forma de garantizar cadenas de suministro más estables y menos expuestas a shocks externos.
El documento destaca que factores como el nacionalismo de los recursos, las tensiones geopolíticas, el agotamiento de leyes minerales y la falta de nuevas inversiones globales están limitando las opciones de abastecimiento, incluso desde países tradicionalmente exportadores como Australia, Chile, Perú y Zambia. Además, advierte que el endurecimiento de la oferta por parte de actores clave como Indonesia y Panamá ya ha reducido de manera significativa las alternativas disponibles para la industria india.
En paralelo, el gobierno también publicó un plan para aumentar la producción de aluminio, proyectando una demanda doméstica de 8,5 millones de toneladas para el año fiscal 2030. Esta serie de iniciativas confirma el enfoque estratégico de India hacia el aseguramiento de materias primas críticas, con miras a fortalecer su industria, acelerar la transición energética y consolidar su posición global en sectores tecnológicos e industriales de alto crecimiento.