Dr. Igor Wilkomirsky, U. de Concepción: «Las empresas son temerosas para invertir en desarrollos… les falta un poco de audacia»

Foto: Sonja San Martín

Con casi 60 años de trayectoria laboral, el docente e investigador de la Universidad de Concepción y consultor, Dr.Igor Wilkomirsky, ostenta el título de ser el chileno que tiene más patentes de invención registradas en el país. 

Su padre emigró desde lo que hoy es Bielorrusia a Chile en 1927, donde conoció a su madre y se casaron. Nació en Angol y estudió ingeniería Civil Química en la Universidad de Concepción (UdeC), casa de estudio en la cual lleva los últimos 40 años creando y dictando las cátedras de Pirometalurgia y de Diseño de Reactores Metalúrgicos.

Recientemente patentaron junto a su equipo del Departamento de Metalurgia de la UdeC una nueva tecnología para el procesamiento de concentrados de cobre con hidrógeno verde, que puede tener un gran impacto para avanzar hacia una minería más sustentable (puedes saber más de esta tecnología acá). Pero en esta entrevista quisimos concentrarnos en sus motivaciones como investigador y desarrollador, junto con su mirada de cómo esto se lleva a cabo en Chile.

– Estudió en la UdeC y después se especializó y trabajó en el extranjero. ¿Cómo fue esa trayectoria? 

Con posterioridad de egresar de la UdeC trabajé en la misma universidad y un par de años después me fui con una beca a hacer un máster en la Universidad de Colorado, en Estados Unidos. Más tarde me casé e ingresé (ya de regreso en Chile) a la empresa siderúrgica Huachipato. Estuve allí varios años, tanto en la planta de Talcahuano como en la oficina de atención a clientes en Santiago. Más tarde, en 1972 me fui a Canadá para cursar mi doctorado en la Universidad de British Columbia, en Vancouver. Cuando terminé me ofrecieron un trabajo en el Centro de Desarrollo de la Tecnología de New Brunswick y estuve allí hasta 1980, cuando volvimos a Chile y me reintegré a la Universidad de Concepción.

Desde entonces he trabajado como docente y como desarrollador de tecnologías. Simultáneamente, ejerzo como consultor metalúrgico con empresas, tanto chilenas como extranjeras.

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– En su curriculum destacan una decena de premios, entre ellos “Alexander Sutulov”, “Fernando Riveri” y el recientemente otorgado por la Cámara de la Producción y Comercio del Biobío “Líder Innovador”. ¿Cómo recibe estos reconocimientos?

Todos los premios son bienvenidos. Cada uno en respectiva área y su entorno. Realmente me siento muy afortunado, porque he tenido la buena suerte de trabajar con excelentes colegas ingenieros, tesista de posdoctorado, en fin, un grupo bastante bien estructurado, que hemos logrado desarrollar tecnología, y eso es lo que se ha visibilizado y me han dado algunos premios. 

Así que creo que los premios los debo compartir con todos los colegas y estudiantes que me han acompañado en estas décadas.

– Recientemente junto a su equipo patentaron una nueva tecnología para el procesamiento de concentrados de cobre con hidrógeno verde ¿Cuáles son las principales líneas de investigación que han atraído su interés? 

La verdad es que nunca he tenido una única línea de investigación, porque he trabajado tanto en la parte de ingeniería química como en ingeniería metalúrgica. De hecho, en ingeniería química, lo último que hice fue una planta de pirólisis rápida para producir biocombustible. En el segundo, he trabajado sobre todo en metalurgia de alta temperatura y  en tecnología de extracción y refinación de litio para producir carbonato  e hidróxido de litio, tanto procesos de pirometalurgia como hidrometalurgia. Y

Respecto de la nueva tecnología que estamos desarrollando -que es bastante ambiciosa-, pretende reemplazar las fundiciones convencionales por una alternativa que no genera efluentes, es decir, no es contaminante; y que tiene una huella carbono nula al recuperar todos los metales del contenido del concentrado; ahora, una buena parte de los metales se pierden en las escorias. En eso estamos afinando en una planta piloto que está operando en la UdeC. Esperamos construir una más grande con apoyo empresarial y para ello, estamos en las negociaciones, así que eso nos entretiene.

INVESTIGACIÓN Y PATENTES

– Usted es el chileno que más ha patentado en Chile, con 17 registros vigentes. ¿Cuándo surgió el interés por la investigación y, por ende, por el patentamiento de sus desarrollos?

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Cuando estaba en Canadá trabajando en el Centro de Desarrollo de la Tecnología de New Brunswick vi cómo las ideas originales eran patentadas y llevadas a la práctica como aportes rentables para las empresas y la sociedad. 

– Entre las que ha patentado, ¿hay alguna que usted destaque en particular? 

Me han preguntado eso varias veces; y no tengo preferencia por ninguna. En particular, por razones prácticas, algunas pueden tener mayor valor comercial, porque es más fácil comercializar. Pero en general, cuando estamos desarrollando algún tipo de tecnología, estamos con todo nuestro interés en eso. 

– ¿Qué opinión tiene del patentamiento de tecnologías en Chile?

Bueno, ese es un tema relativamente largo de contar. Las universidades y los institutos tecnológicos se miden de acuerdo con las publicaciones que efectúan. Por lo tanto, es muy importante publicar en revistas de primer nivel, y eso lo hacemos normalmente en promedio dos o tres veces al año. Pero ahora, y crecientemente en Chile, están pesando las patentes, que se están equiparando al nivel de una publicación. Sin embargo, es relativamente tímida la cantidad de patentes presentadas en Chile por las universidades.

– ¿Cómo están en comparación con otros países referentes? 

Por ejemplo, en 2021 en Chile se hicieron muchas solicitudes de patentes, pero sólo fueron aprobadas alrededor de 1.200, de las cuales cerca de 200 fueron de universidades o institutos, y el resto de empresas. Si nos comparamos con un país desarrollado, como Estados Unidos, anualmente aprueban del orden de 200.000 a 250.000 patentes, claro que también son 340 millones de habitantes. Por lo tanto, todavía estamos lejos de eso.

Una de las razones a las que atribuyó esto, responde a que es difícil desarrollar tecnología en Chile. Si uno no tiene apoyo empresarial, termina en una especie de limbo que no lo lleva a nada más allá que la patente. Desde ese punto de vista, todavía estamos atrasados. Hemos caminado, pero la pendiente de mejora creo que es un poco lenta, en mi opinión.

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– ¿Hay medidas concretas que se puedan realizar para eficientar el desarrollo tecnológico y el patentamiento?

La patente es sólo un camino intermedio. Si uno está trabajando en una memoria y surge una buena idea, proponerla a alguna empresa es extremadamente difícil de lograr. 

En mi experiencia en Canadá vi que era más fácil llegar a las empresas y ofrecerles una buena idea, y que ellos financiaran su desarrollo. Son más receptivos, tienen más confianza en las universidades o institutos. 

No quiero sonar duro, pero creo que la credibilidad todavía es un poco débil en Chile. El desarrollo de tecnología que tiene un valor comercial o estratégico no termina en patente. El proceso en realidad termina desarrollando una etapa piloto, pruebas y trabajo de ingeniería para llegar a una planta de demostración, donde hablamos de grandes inversiones. 

Las empresas son temerosas para invertir en desarrollos, creo que les falta un poco de audacia; pero también los comprendo, porque de por medio hay dinero. ‘Con plata baila el mono’, dicen. 

– Hay una corriente de pensamiento que dice que las patentes de invención y la propiedad industrial inhiben el desarrollo, y es más, que promueven abusos. ¿Qué piensa de eso?.

Lo he escuchado y me parece un exceso, que no son más que quejas laterales. Como idea, me parece bastante mala, derechamente muy mala. Porque imagínese que una persona o grupo, o empresas inviertan en talento, dinero, esfuerzo y tiempo, para que se beneficie un tercero que no ha hecho ningún aporte; me parece ridículo, porque en este mundo no hay nada gratis. En Estados Unidos hay un dicho que dice: “this is no free lunch”, es decir, no hay almuerzo gratis.Y es lo mismo aquí; inhibir la creatividad me parece que no tiene sentido.

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