El mercado sigue presionado por un superávit global y una demanda más débil de lo esperado. En este contexto, Rio Tinto avanza con inversiones estratégicas en los salares chilenos.
Durante mayo de 2025, los precios del carbonato de litio continuaron su tendencia a la baja en medio de un mercado con exceso de oferta y una desaceleración en la demanda, especialmente en la fabricación de baterías. El precio CIF Asia grado batería descendió a US$8.450 por tonelada, mientras que el FOB Sudamérica cerró contratos en promedio por US$9.600 por tonelada.
Según el informe elaborado a partir de datos de S&P Global, la sobreoferta proviene de un aumento sostenido en la producción china y australiana, además de una caída en la demanda de cátodos LFP y altos inventarios. Las tensiones comerciales, particularmente los aranceles de Estados Unidos sobre productos chinos, también han influido en la reducción de la actividad manufacturera.
A pesar de un alivio temporal en los aranceles a las baterías, el CEO de SQM calificó el entorno actual de precios como “no sostenible” para el largo plazo, anticipando posibles cierres o aplazamientos de inversión en faenas con altos costos.
En este escenario complejo, Rio Tinto reforzó su apuesta por el litio chileno al cerrar dos acuerdos estratégicos: uno con ENAMI, que le otorga un 51% del proyecto Salares Altoandinos mediante una inversión de US$425 millones, y otro con Codelco para formar una empresa conjunta en el Salar de Maricunga, que podría implicar una inversión de hasta US$900 millones. Ambas iniciativas incluyen el uso de tecnología de extracción directa (DLE) y apuntan a posicionarse para una futura recuperación del mercado.
Las proyecciones de precios a corto y mediano plazo siguen siendo conservadoras. Se espera un precio promedio de US$10.059 por tonelada en 2025, con un repunte gradual hacia US$15.000 recién en 2027, según Consensus Economics. El superávit estimado de 86.000 toneladas en 2025 aumentaría a 92.000 toneladas en 2026, lo que sugiere que los precios bajos persistirán hasta que la oferta se ajuste o la demanda de vehículos eléctricos se acelere significativamente.