El Directorio del CM ha elaborado un documento clave para apoyar la creación de la «Estrategia Nacional de Minerales Críticos», iniciativa promovida por el Gobierno chileno. Este documento tiene como objetivo no solo contribuir a la propuesta estratégica nacional, sino también sistematizar las propuestas que el gremio presentará a los candidatos presidenciales. En un contexto global donde la demanda de minerales está en aumento, vinculado a la transición hacia energías renovables y la digitalización, Chile se perfila como un actor relevante gracias a sus extraordinarios recursos naturales y capacidades técnicas.
La industria minera en Chile presenta importantes fortalezas, destacándose por su rica geología que incluye altos niveles de producción y abundantes reservas de minerales estratégicos. A futuro, el país tiene la oportunidad de capitalizar sobre estas ventajas para satisfacer la creciente demanda mundial. La proporcionalidad del capital humano calificado, así como la sólida infraestructura formativa del país, es determinante para mantener este liderazgo, particularmente en un sector que requiere habilidades técnicas especializadas.
Sin embargo, la minería en Chile enfrenta desafíos significativos que podrían limitar su crecimiento. Entre ellos, se encuentran las bajas leyes de los minerales disponibles, la dificultad para atraer mano de obra calificada, el aumento de los costos de producción y la complejidad de los procesos de obtención de permisos para nuevos proyectos. Además, la oposición de algunas comunidades locales hace que la aceptación social de proyectos mineros sea cada vez más complicada, lo que subraya la necesidad de un enfoque más integral y proactivo por parte del Gobierno y las empresas.
Para maximizar el impacto positivo de la minería en la economía chilena, es fundamental que el país implemente políticas que fortalezcan su sector minero. Esto implica facilitar las contribuciones de las empresas a comunidades locales, mejorar la formación de trabajadores en áreas mineras, y fomentar la participación femenina en el sector. Además, se requiere una revisión de los procesos normativos y un compromiso con el desarrollo sostenible para que la minería no solo se considere un motor económico, sino también una herramienta de desarrollo social y bienestar para las localidades donde opera.
Finalmente, se enfatiza la importancia de una estrategia nacional sólida que integre todos los aspectos del sector minero, desde la exploración hasta la comercialización, pasando por la regulación ambiental y la inserción internacional. El diseño de alianzas estratégicas y el protagonismo de Chile en las discusiones internacionales sobre minerales son pasos cruciales para consolidar su posición como un líder en el suministro de minerales críticos. Es un momento decisivo para que Chile aproveche su potencial minero y contribuya a enfrentar desafíos globales como la transición energética.