Chile acelera 13 proyectos de cobre en un escenario favorable para 2026

Un portafolio de US$14.800 millones avanzará en hitos clave el próximo año, en un contexto de precios altos y crecientes alertas por estrechez de oferta global, según analistas y cifras oficiales.

Chile proyecta un 2026 decisivo para su industria del cobre, con 13 proyectos que alcanzarían hitos relevantes —inicio de operaciones o de construcción— y una inversión estimada en US$14.800 millones, de acuerdo con información recopilada por MINING.COM a partir de datos oficiales y de las propias compañías.

Siete de estos proyectos apuntan a iniciar operaciones durante 2026, lo que permitiría incorporar cerca de 500 mil toneladas anuales de nueva capacidad, respaldadas por US$7.100 millones en inversión. Entre ellos figuran las mejoras de infraestructura y productividad C20+ de Collahuasi, desarrolladas por Anglo American y Glencore; el proyecto estructural Rajo Inca de Codelco; Mantos Blancos de Capstone Copper; y Dominga, de Andes Iron.

Otros seis desarrollos planean comenzar su fase de construcción, con inversiones por US$7.700 millones, vinculadas al rol estratégico del cobre en la transición energética y tecnológica. En este grupo se incluyen Spence de BHP y Santo Domingo de Capstone Copper.

Juan Ignacio Guzmán, CEO de la consultora minera chilena GEM, señaló que, si bien varios proyectos están calendarizados para iniciar producción en 2026, no alcanzarán su plena capacidad de forma inmediata. Basándose en estimaciones de Cochilco, Guzmán indicó que este pipeline podría elevar la producción chilena a cerca de 5,6 millones de toneladas, lo que equivale a un aumento neto aproximado de 100 mil toneladas de cobre fino en un año.

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El ejecutivo agregó que el International Copper Study Group proyecta un déficit de 150 mil toneladas en 2026, brecha que podría ampliarse si los proyectos chilenos enfrentan retrasos.

Desde una mirada de largo plazo, Albert Mackenzie, analista de cobre de Benchmark Minerals, sostuvo que la construcción de nuevas minas enfrenta crecientes dificultades. “Prácticamente todo en lo que la economía global quiere invertir es intensivo en cobre, incluyendo la transición energética y la inteligencia artificial”, afirmó, según declaraciones recogidas por MINING.COM.

Guzmán advirtió que el principal riesgo para el avance del portafolio 2026 no estaría en el mercado ni en el cambio de gobierno previsto para marzo de ese año, sino en el relacionamiento comunitario. Si bien los proyectos que entran en operación ya han superado los principales permisos, aquellos que comienzan construcción aún enfrentan procesos de aprobación que podrían judicializarse.

Cochilco, por su parte, estima que Chile podría atraer US$105 mil millones en inversiones mineras entre 2025 y 2034, cifra que incluye expansiones en operaciones consolidadas como Escondida, la mayor mina de cobre del mundo.

En el plano político, los mercados han interpretado como positiva la elección de José Antonio Kast, quien asumirá la presidencia en marzo de 2026. Inversionistas citados por MINING.COM consideran que su programa pro-inversión podría agilizar permisos, reducir incertidumbre regulatoria y entregar mayor estabilidad fiscal, factores que facilitarían la materialización de proyectos.

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El contexto de precios refuerza este escenario. El cobre subió cerca de 40% en 2025, alcanzando un récord histórico por sobre US$12.000 la tonelada el 23 de diciembre, impulsado por temores de oferta y por el acopio de metal en Estados Unidos ante eventuales aranceles futuros. Mackenzie explicó que entre 730 mil y 830 mil toneladas habrían sido desviadas hacia bodegas estadounidenses y apalancadas en el mercado de futuros del CME, reduciendo inventarios en la LME y elevando primas en Europa y Asia.

A este escenario se sumó el anuncio de fundiciones chinas de reducir en 10% su producción en 2026. Según JP Morgan, el mercado podría enfrentar un déficit de 330 mil toneladas de cobre refinado ese año. Mackenzie añadió que la oferta seguirá ajustada, ya que no existen grandes expansiones nuevas en el corto plazo y varias operaciones están rindiendo por debajo de lo esperado.

Pese al optimismo estructural, el analista de Benchmark Minerals matizó las proyecciones de déficit permanente. “El mercado siempre encuentra una forma”, señaló, aludiendo a que precios altos pueden moderar la demanda, incentivar el uso de chatarra y promover sustituciones. No obstante, reconoció que la demanda seguirá creciendo y que la extracción es cada vez más compleja, por lo que los proyectos necesarios para abastecer el futuro deberían estar ya en construcción.