El encuentro reunió a empresas, comunidades y autoridades para definir criterios, coordinar programas y promover empleo y encadenamientos productivos en la región.
Un taller sectorial reunió a actores de la industria minera con el objetivo de construir un relato común sobre el desarrollo de proveedores locales e identificar posibles acciones colaborativas. El encuentro, que se articuló en torno a cuatro ejes temáticos, buscó sentar las bases para una estrategia coordinada entre empresas, comunidades y autoridades. La metodología combinó un levantamiento de información previo mediante un formulario y discusiones en mesas grupales para favorecer el diálogo y la construcción de acuerdos. Los participantes destacaron la importancia de alinear criterios y metas para ampliar la participación de proveedores locales en la cadena de valor.
En el primer eje, Definición de proveedor local y cifras asociadas, se trabajó para acordar criterios de localización y los indicadores que permiten medir la participación local. Se discutieron umbrales de proximidad geográfica, capacidad operativa y porcentajes de compra local, así como las cifras actuales de contratación y crecimiento esperado. Los representantes acordaron una definición común que facilite la comparabilidad entre compañías y proyectos, y se comprometieron a generar reportes periódicos para monitorear avances.
El segundo eje, políticas y programas en materia de proveedores locales, revisó marcos regulatorios y políticas internas vigentes en la industria. Se identificaron incentivos, capacitaciones y mecanismos de acompañamiento para proveedores locales, así como brechas en la articulación entre políticas públicas y privadas. Los participantes acordaron promover lineamientos conjuntos, coordinar con entidades públicas y privadas y priorizar acciones que faciliten la certificación, la contratación y la transferencia de tecnología entre grandes compradores y proveedores regionales.
El eje tres, posibles acciones colaborativas, contempló iniciativas como programas de desarrollo de proveedores, compras conjuntas, plataformas de información compartida y procesos de evaluación transparentes. Se propuso crear comités mixtos entre empresas y comunidades para monitorear metas de contenido local y prevenir cuellos de botella en la cadena de suministros. También se discutió la necesidad de mejorar capacidades laborales y logísticas mediante alianzas con centros de formación técnica y proveedores de servicios especializados.
El cuarto eje, trabajadores locales, puso en el centro la participación de la fuerza laboral local en cada eslabón de la cadena de valor. Se acordó promover programas de empleo local, capacitación técnica y rutas claras de ascenso laboral para comunidades cercanas a las operaciones mineras. Los participantes destacaron la importancia de medir impactos sociales y laborales y de incorporar a los trabajadores en la definición de acciones colaborativas, buscando consensos transversales que beneficien a comunidades, empresas y al conjunto de la industria.
