El sector minero explica el 33% de los nuevos puestos creados en el último año y casi la totalidad del empleo formal generado en la región, consolidando a Antofagasta como motor laboral del norte grande.
La minería vuelve a posicionarse como eje del crecimiento económico y laboral del norte de Chile. Según el Termómetro Laboral Regional, elaborado por el Observatorio Laboral del SENCE y el INE, el empleo minero en Antofagasta creció un 13,2% interanual, lo que representa el 99% del total de los nuevos puestos creados en la región durante el último año.
Este desempeño ha impulsado la tasa de ocupación regional a 61,5%, al tiempo que la informalidad cayó a 17,7%, el nivel más bajo de todo el país. Paralelamente, el IMACEC minero aumentó un 10,3% en mayo de 2025, reflejando el dinamismo del sector y su efecto directo en la creación de empleo y en la mejora de los ingresos.
Los ingresos medianos regionales crecieron un 6,7%, impulsados por la expansión de la actividad extractiva y la contratación de profesionales técnicos y científicos, además del fortalecimiento del empleo asalariado formal en empresas medianas y pequeñas.
“La minería no solo sostiene el crecimiento económico de Antofagasta, sino que está ayudando a construir empleos más estables, mejor remunerados y con mayor proyección de futuro”, afirmó Harry Zúñiga, gerente comercial de Tres60, quien destacó que el desafío ahora es “seguir profesionalizando el ecosistema laboral asociado a la industria”.
El informe también muestra una reducción del desempleo regional a 6,4%, casi dos puntos menos que el año anterior. Además, Antofagasta registra la mayor proporción de empleo formal del país, con 4,7 trabajadores formales por cada uno informal, superando ampliamente el promedio nacional y consolidando su liderazgo como polo laboral del norte.
En este contexto, la empresa Tres60 —con más de 30 años de experiencia en automatización, comunicaciones industriales y soluciones digitales para la gran minería— destaca el rol de la innovación tecnológica como palanca del empleo calificado. Su trabajo en digitalización de procesos, mantenimiento predictivo y formación técnica ha permitido fortalecer las competencias locales y promover oportunidades de desarrollo profesional sostenible.
“El crecimiento del empleo formal no solo responde al dinamismo de la minería, sino también a la incorporación de tecnología y nuevos modelos de gestión que requieren capital humano más especializado”, agregó Cristian Molina, gerente de operaciones de Tres60.
El estudio también evidencia un fenómeno singular: cerca de 100 mil personas trabajan en Antofagasta pero residen en otras regiones, lo que confirma el atractivo de la zona como polo laboral nacional. No obstante, los expertos advierten que para mantener este impulso será clave avanzar en la diversificación productiva y la capacitación digital, construyendo un entorno laboral más inclusivo y resiliente.
“Hoy, la minería es mucho más que extracción. Es conocimiento, tecnología y desarrollo humano. Lo que está ocurriendo en Antofagasta demuestra cómo una industria madura puede impulsar bienestar y oportunidades reales para las personas”, concluyó Zúñiga.