Un análisis de 67 proyectos greenfield en América muestra que el país presenta la mayor intensidad de capital en plantas concentradoras medianas y los costos energéticos y laborales más altos de la región, lo que plantea desafíos para su competitividad futura.
La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) dio a conocer el informe Costos de Inversión de Proyectos de Extracción y Procesamiento de Minerales, que analiza la magnitud de las inversiones y los principales costos operacionales de proyectos mineros greenfield de cobre en Chile y América. El estudio, elaborado por la Dirección de Estudios y Políticas Públicas a partir de información de Wood Mackenzie, considera una cartera regional de 67 proyectos, de los cuales 52 corresponden a minería a rajo abierto y 15 a minería subterránea.
El documento se enfoca principalmente en proyectos a rajo abierto con plantas concentradoras, que representan la tecnología predominante en la región. En este segmento, Chile presenta la mayor intensidad de capital en plantas de capacidad media y la segunda más alta en proyectos de gran escala. Este escenario se explica, en parte, por leyes de mineral más bajas, que obligan a procesar mayores volúmenes de material y elevan los requerimientos de infraestructura, energía y equipamiento.
En materia de costos operacionales, el informe identifica que Chile exhibe los mayores costos energéticos de molienda de la región, con valores que fluctúan entre US$ 2,4 y US$ 3 por tonelada procesada. A ello se suma la tarifa eléctrica más alta para el sector minero en América, estimada en US$ 11,1 por kWh, lo que impacta directamente en la competitividad de las plantas concentradoras. Estos mayores costos se asocian a una matriz energética que aún requiere respaldo térmico, a elevados costos de transmisión y a la localización remota de muchas faenas.
El análisis también muestra que Chile lidera los costos laborales en la etapa de extracción, con valores que van desde US$ 0,90 por tonelada en plantas medianas hasta US$ 1,08 por tonelada en operaciones de gran escala. Según Cochilco, este escenario está influido por la escasez de mano de obra especializada, la alta demanda del sector y la necesidad de ofrecer salarios compensatorios para atraer y retener trabajadores calificados en zonas alejadas.
Pese a estos desafíos, el informe concluye que Chile mantiene un alto potencial geológico y una posición relevante en la minería del cobre a nivel continental. Sin embargo, advierte que la combinación de mayores costos energéticos, laborales y de capital configura un entorno menos competitivo para nuevas inversiones, lo que refuerza la necesidad de avanzar en eficiencia operativa, innovación tecnológica e infraestructura sostenible para sostener el liderazgo del país en la producción de cobre.
