La minería chilena alcanzó $2.483.000 como sueldo promedio en 2024 y se estima que supere los $3 millones al 2030, impulsada por inversiones por más de US$70 mil millones y alta demanda de especialistas.
La minería chilena se confirma nuevamente como el sector económico mejor remunerado del país, alcanzando un salario promedio de $2.483.000 mensuales en 2024. Esta cifra es casi el doble del ingreso medio nacional, que se sitúa alrededor de $1.230.000. Este incremento salarial resalta la importancia crítica del sector minero en la economía chilena, que ha logrado mantener altos niveles de empleo y remuneración a pesar de los desafíos económicos globales. Según datos de la Superintendencia de Pensiones, el número de trabajadores en el sector ha crecido un 2,9% durante el último año, alcanzando una fuerza laboral de 286 mil empleados. Este panorama favorable se explica en gran medida por el aumento en la inversión minera y las intensas negociaciones colectivas entre trabajadores y empleadores que han elevado los salarios en los últimos años.
Las cifras salariales en la minería no son homogéneas y presentan significativas variaciones regionales. En 2024, las regiones del norte del país, como Antofagasta y Tarapacá, lideran la lista con sueldos promedio que superan los $2 millones mensuales, siendo Antofagasta la región con el ingreso más alto, alcanzando $2.726.000. Aunque Tarapacá sigue de cerca con $2.596.000, algunas otras regiones como Atacama y Coquimbo presentan cifras más modestas, reflejando la concentración de operaciones mineras a gran escala en el norte grande. A pesar de algunas fluctuaciones, ambas regiones del norte mantienen tasas de desempleo por debajo del promedio nacional, consolidando la minería como un pilar fundamental para el desarrollo económico y la generación de empleo en estas zonas.
La diferencia salarial también se manifiesta de manera significativa según el cargo desempeñado. Los operarios y técnicos en la minería comienzan con sueldos que van desde los $800.000 a los $1.000.000 líquidos, pero pueden alcanzar cifras de hasta $2,5 millones en el caso de técnicos altamente especializados. En contraste, los profesionales como ingenieros de planificación y geólogos pueden sobrepasar los $3 millones, mientras que los cargos ejecutivos como superintendentes y gerentes pueden recibir entre $5 a $11 millones al mes. A pesar de estas desigualdades, incluso los operarios superan el ingreso promedio nacional en un 30 a 50%, lo que demuestra la relevancia de la minería en la economía laboral chilena.
El sector también enfrenta desafíos en cuanto a la equidad de género, a pesar de que la participación femenina en la minería alcanzó un 21,8% en 2024, según el Consejo de Competencias Mineras. Las mujeres todavía se encuentran predominantemente en funciones administrativas y de soporte, con una representación limitada en operaciones y cargos ejecutivos, donde los ingresos son más altos. A pesar de que la brecha salarial de género en la minería es de aproximadamente 9%, inferior al promedio nacional, el sector debe continuar trabajando para aumentar el número de mujeres en roles de mayor responsabilidad. La meta es lograr una mayor inclusión en las áreas mejor remuneradas y en posiciones clave dentro de la industria.
De cara al futuro, las proyecciones para los sueldos en el sector minero son optimistas. Se estima que, a pesar de una inflación que podría rondar entre el 3 y 4% anual, las remuneraciones podrían crecer entre un 15 y 20% hacia 2030, impulsadas por una cartera de inversiones que supera los 70.000 millones de dólares. Con la necesidad anticipada de 25.000 nuevos profesionales y técnicos hacia 2030, el sector minero podría ver un notable incremento en los salarios, especialmente en áreas críticas como la operación de maquinaria y la ingeniería especializada. Así, se proyecta que el sueldo promedio del sector supere los $3 millones para 2030, marcando un crecimiento continuo de un sector clave de la economía chilena.
