Con su proyecto Penco y la nueva instalación en Luisiana, la compañía busca posicionar a Chile como un actor estratégico en la producción sostenible de tierras raras.
Aclara Resources (TSX: ARA) anunció una inversión de US$277 millones para construir una planta de separación de tierras raras pesadas en Luisiana, Estados Unidos, marcando —según la empresa— un hito en la búsqueda de independencia minera del país frente al dominio chino en el refinamiento de estos materiales.
La nueva instalación, que procesará concentrados provenientes de los proyectos de arcillas iónicas de Aclara en Brasil y Chile, está programada para entrar en operación en 2027, sujeta a financiamiento y permisos ambientales. El estado de Luisiana respaldará la iniciativa con US$46,4 millones en incentivos fiscales y subvenciones. Actualmente, casi la totalidad del refinado de tierras raras pesadas se realiza en China.
Ubicada en un terreno de 33 hectáreas en el Puerto de Vinton, cerca de Lake Charles, la planta tendrá acceso al canal intracoastal del Golfo y a instalaciones químicas necesarias para el proceso de refinamiento. “Nuestro proyecto es único en el mundo occidental. Con acceso directo a nuestras minas de arcillas iónicas, será la única operación integrada de separación de tierras raras pesadas capaz de producir volúmenes significativos a escala industrial”, afirmó Ramon Barua, CEO de Aclara.
La noticia impulsó las acciones de la compañía un 14% en la Bolsa de Toronto, alcanzando C$3,15 por acción y valorizando la empresa en aproximadamente C$686 millones (US$489 millones).
Aclara, controlada en un 57% por Hochschild Mining (LSE: HOC), proyecta que para 2028 podrá abastecer más del 75% de la demanda estadounidense de disprosio (Dy) y terbio (Tb), con una producción anual de 200 toneladas de Dy, 30 toneladas de Tb y 1.400 toneladas de neodimio-praseodimio (NdPr) de alta pureza. Esto representa cerca del 14% de la producción oficial de DyTb de China, consolidando a la planta de Luisiana como pilar de una nueva cadena occidental de suministro para imanes y motores eléctricos usados en vehículos eléctricos, turbinas eólicas, drones y sistemas de defensa.
El proyecto utilizará tecnología desarrollada junto a Virginia Tech, cuya planta piloto entrará en operación a inicios de 2026. El diseño está siendo coordinado por Hatch, en paralelo con el proyecto Carina de Aclara en el estado brasileño de Goiás, donde se espera un estudio de prefactibilidad en noviembre y un estudio de factibilidad completo en el segundo trimestre de 2026.
En Chile, Aclara avanza en el proyecto Penco, que cuenta con aprobación ambiental desde 2024 tras fortalecer sus estándares sociales e hídricos. Este depósito alberga 27,5 millones de toneladas medidas e indicadas con 2.292 ppm de óxidos de tierras raras (TREO), equivalentes a 62.900 toneladas contenidas.
La planta de Luisiana fue diseñada para ser escalable y procesar materiales provenientes de otros depósitos de arcillas iónicas o insumos compatibles. La compañía busca así expandir su capacidad de producción conforme crece su base de recursos en Sudamérica. Además, Aclara ya opera una planta piloto semiindustrial en Brasil para optimizar su proceso de separación mediante una tecnología patentada basada en agua, que evita el uso de ácidos y elimina subproductos radiactivos, reduciendo el impacto ambiental del refinamiento.
La iniciativa se suma a una ola de inversiones norteamericanas en la cadena de valor de las tierras raras, apoyadas por el gobierno de EE.UU. y empresas como Apple y MP Materials, en el marco de los esfuerzos por reducir la dependencia de China en la producción de minerales críticos.
