Antofagasta: un nuevo polo de innovación

El proyecto comenzó a gestarse en diciembre del año pasado, pero fue a fines de noviembre de este año que se hizo realidad. Aster es la primera aceleradora de startups del norte de Chile y abre una nueva oportunidad para el emprendimiento y la innovación en la región. La iniciativa surge como una colaboración entre el Gobierno Regional, Corfo y Minera Escondida-BHP y cuenta con una inversión de $1.200 millones de pesos.

«El principal objetivo es apoyar y prestar el servicio de aceleración a emprendedores que estén en la zona norte, pero también llevar a emprendedores hacia la región. La idea es llevar emprendedores que puedan estar en industrias estratégicas de Antofagasta como minerí­a o energí­as renovables», explica Constanza Moraga, gerenta general de Aster.

La aceleradora apoyará a un total de 40 startups en un plazo de dos años. Sin embargo, el 17 de noviembre anunciaron a las primeras diez: ITAA, Pinus, Eco Shower, Isprotec, GEA, Birs, Servicios Tribológicos, Krypto Ledgers, Allimsa, y Morim.

«El 60% de los emprendedores son de Antofagasta, y estamos súper contentos, porque hay harto talento. Nos encontramos con muchos emprendedores que tienen proyectos super potentes. También estamos importando talento de otras regiones. En general, tení­an que ser startups con algún tipo de validación comercial, que estén en una industria relevante y que tengan un buen equipo. Todas las seleccionadas cumplieron estos criterios», comenta Moraga.

A través de un programa intensivo de cuatro meses, las startups seleccionadas recibirán un diagnóstico para elaborar un plan de trabajo y trazar objetivos especí­ficos. También podrán participar de talleres y reuniones con expertos en temas como marketing, tecnologí­a, inversión y otros. Sin embargo, uno de los apoyos más fundamentales tiene que ver con el capital con el que podrán contar. Gracias al fondo Coppernico, administrado por ChileGlobal Ventures, las startups recibirán un total de US$12.500.

Pero, ¿por qué impulsar Antofagasta como polo de emprendimiento tecnológico? La gerenta general de Aster, Constanza Moraga, señala que «es una ciudad que tiene todas las caracterí­sticas para ser un polo de innovación. Tiene industrias que son súper grandes e importantes, como la minerí­a y las energí­as renovables, que tienen un impacto a nivel nacional y global muy importante. Y, además, hay talento, universidades y mucha gente que ha trabajado en estas industrias y que puede aportar a crear soluciones innovadoras».

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A pesar de ese gran potencial a futuro y las iniciativas existentes, aún la ciudad está en una etapa de desarrollo en relación a este tema. «Se está armando un ecosistema, se está fortaleciendo la vinculación entre todos esos actores y eso va a dar resultados en un par de años. Hoy dí­a se está en esa etapa, en plantar la semilla e invertir en que existan más actores relevantes para el ecosistema», añade Moraga.

Ducha inteligente

La idea surgió en 2015. Al dí­a siguiente de una fiesta, Gustavo Pallauta quiso tomar una ducha, abrió la llave y luego fue a la cocina por un vaso de agua. Ahí­ se dio cuenta de la cantidad de agua que estaba desperdiciando mientras esperaba a que el agua de la ducha se entibiara. «Es algo tan cotidiano, pero es un problema internacional», dice Pallauta, creador de Eco Shower, que busca solucionar la pérdida de agua frí­a al inicio de cada ducha.

El primer prototipo fue hecho con un bidón de plástico. «No sabí­a nada de emprendimiento, pero me funcionó la idea», cuenta Gustavo. Así­ decidió seguir adelante con el proyecto y comenzó a reunir gente. El equipo fundador lo completan Juan Mancilla, Vladimir Escobar, Mauricio Ahumada, y Nelson Elorza. Todos de distintas ingenierí­as.

Hoy en dí­a, el producto Eco Shower ya está en producción. Este panel de ducha inteligente hace que el agua, en lugar de caer al desagüe, se devuelva al calefont a través de la misma red hasta que llega a la temperatura deseada.
«Hay una propuesta de valor de comodidad, de una experiencia más confortable y automatizada al momento de tomar una ducha. Nosotros fuimos viendo que muchas personas lo que hacen es poner una cubeta debajo de la llave y el agua frí­a que cae la destinan al WC o áreas verdes. Hay un esfuerzo fí­sico detrás de ello y una motivación ecológica, pero no todas las personas lo hacen», comenta Pallauta.

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Eco Shower es una de las 10 startups que participarán del programa de Aster. Sin embargo, han tenido la suerte de contar con apoyo desde sus inicios. En 2017 se adjudicaron un fondo de dos millones del Laboratorio USQAI de la Universidad Católica del Norte. Luego siguieron con un Capital Semilla de Sercotec y posteriormente uno de Corfo. El año pasado ganaron un fondo Consolida y Expande de Corfo y la convocatoria Antofaemprende de Socialab.

«Yo apuesto a que Antofagasta pueda ser un referente en innovación importante a la par de Santiago», dice Pallauta. Sin embargo, en sus inicios el ecosistema innovador de la región aún no estaba tan desarrollado. «Las redes de contacto eran bastante pocas. Ha sido todo un desafí­o en el ámbito de buscar la parte técnica, falta harto en la región, no está la cultura de innovación y tecnologí­a desarrollada como en Santiago. Eso está naciendo junto con Aster que es una oportunidad súper buena porque se van generando redes de contacto que son muy importantes, pero al principio no lo habí­a», añade.

Capital humano y realidad virtual

Otro emprendimiento que se unirá al programa Aster es Pignus, una startup fundada en 2018 y que se dedica a desarrollar herramientas para fortalecer el capital humano de las empresas, a través de inteligencia artificial y realidad virtual.

Pignus fue fundada por los exestudiantes de la Universidad Católica del Norte Felipe Sanhueza (Ingeniero Civil Industrial), Ricardo Pizarro (Ingeniero Civil en Informática), Kattina Orellana (Ingeniera Civil Industrial) y Carolina Muñoz (Psicóloga). Sin embargo, partió cuando Felipe y Kattina tuvieron que idear un proyecto para un curso.»Nos remontamos a las prácticas y todo lo que habí­amos visto. Una de las principales dificultades que habí­a en ese momento tení­a que ver con el tema de la seguridad conductual o el comportamiento de los trabajadores y trabajadoras. Habí­a un tema cultural asociado a que en las empresas la mayorí­a de las veces los accidentes pasaban por temas conductuales», cuenta Sanhueza.

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Así­ comenzaron a desarrollar Rehaviour, una herramienta que a través de un lente de realidad virtual sitúa a los trabajadores en un entorno digital. Ahí­ deben desarrollar una prueba de 20 minutos. Tras eso, Pignus emite un reporte donde las empresas pueden ver las evaluaciones de sus colaboradores.

A lo largo de su camino, el equipo se ha adjudicado distintos fondos. En 2018 ganaron la categorí­a plata de Jump Chile, del centro de Innovación UC, y después de eso vino el Programa Regional de Apoyo al Emprendimiento (PRAE), de Corfo. Sin embargo, tuvieron que dar el salto. «Nosotros tení­amos que salir de Antofagasta porque el apoyo en el norte todaví­a no es tan grande, cuando pasas de la incubación a la aceleración. No hay tantos programas en esa etapa». Es por eso que en 2020 entraron al programa Seed de Start-Up Chile.

Felipe Sanhueza coincide con Gustavo Pallauta (Eco Shower) en su visión de Antofagasta como polo de innovación. Si bien hay varias instancias, aún cuesta desarrollar redes de contacto. «En nuestro caso fue crí­tico cuando ya tení­amos la idea y el producto armado, pero necesitábamos que alguien nos ayudara a generar conexiones con la industria. Ese fue uno de los principales desafí­os», comenta.

«Vamos bien encaminados, no creo que todaví­a estamos al mismo nivel del ecosistema que hay allá, pero por lo menos se están dando pasos que antes no se habí­an dado. Lo bueno es que Aster ahora trae una aceleradora y eso va a empezar ayudar. Hay potencial de que Antofagasta se convierta en un polo de innovación como deberí­a ser», define Felipe, quien junto a su equipo ya se prepara para partir el programa de Aster.

Fuente: Paula Valles, La Tercera.