La estatal suma 33 mujeres en labores operativas, consolidando su compromiso con la equidad de género y la transformación cultural bajo la Norma Chilena NCh3262:2021.
La Empresa Nacional del Petróleo (Enap) alcanzó un nuevo hito en materia de inclusión laboral y diversidad con la incorporación de 33 mujeres en áreas operativas de la Refinería Aconcagua y el Terminal Marítimo Quintero, tras la llegada de un nuevo grupo de 15 trabajadores, cinco de ellos mujeres, a fines de octubre. Se trata de la cifra femenina más alta en la historia de ambas operaciones.
El ingreso de este grupo forma parte del proceso de renovación generacional y transformación cultural que impulsa la compañía, enfocado en fortalecer la excelencia operacional, la seguridad y la diversidad en todos sus equipos.
“Ver cómo se inyecta nueva sangre, nuevos valores y nuevas personas que vienen a aportar técnica y humanamente a nuestras operaciones es muy valioso”, destacó el gerente de Enap Refinería Aconcagua, Jorge Alméstar, quien encabezó la bienvenida. “Estamos muy contentos de recibir a un grupo diverso, con mujeres que se incorporan al equipo operativo. Tenemos altas expectativas de su aporte para seguir haciendo de esta refinería una inyección de energía para todo el país”, añadió.
El proceso de inducción contempla dos semanas de clases en la Universidad Técnica Federico Santa María, un periodo de nivelación técnica en el Centro de Formación de Operaciones de la refinería, y una etapa práctica de hasta ocho meses en terreno. “Queremos que conozcan el aprendizaje histórico de nuestra organización, las lecciones que hemos acumulado y la cultura de seguridad de procesos que impulsamos”, explicó Daniel Ellwanger, jefe del Departamento de Operaciones de Enap Refinería Aconcagua.
La incorporación de las nuevas operadoras forma parte de las acciones de Enap bajo la Norma Chilena NCh3262:2021, que promueve la equidad de género y la conciliación de la vida laboral, familiar y personal. Según Alejandro Alarcón, jefe del Departamento de Relaciones Laborales, “aumentar la participación femenina en labores técnicas es transformar una cultura que, por décadas, fue predominantemente masculina”.
Entre las nuevas trabajadoras, Tamara Riquelme, ex mecánica de aviación, expresó que integrarse a Enap “es un desafío enorme porque aquí se realizan procedimientos claves a nivel país y formar parte de eso me enorgullece. Es un reto tanto profesional como personal. Vengo con todo el ánimo de demostrar de lo que soy capaz y de aportar al desarrollo energético del país”.
Con estas incorporaciones, Enap reafirma su compromiso con una industria más diversa, moderna y equitativa, impulsando una transformación que trasciende los espacios operativos y fortalece su liderazgo en sostenibilidad y gestión de personas.
