El Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería 2025–2034 revela que el empleo casi se duplicó en ocho años y que la industria requerirá cerca de 37 mil nuevos trabajadores al 2034, impulsada por la tecnificación, el recambio generacional y proyectos por más de US$51 mil millones.
La Alianza CCM–Eleva presentó la décima edición del Estudio de Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena, el principal análisis del país sobre empleo, talento y necesidades formativas del sector. El informe, elaborado con información de 13 compañías mineras y 11 proveedoras, confirma un crecimiento sostenido de la dotación en la última década, en paralelo a un acelerado proceso de tecnificación que transformará los perfiles laborales en los próximos años.
Entre los principales resultados, destaca que la fuerza laboral prácticamente se duplicó entre 2016 y 2024, al pasar de 105.000 a 209.000 trabajadores. Además, el estudio proyecta la necesidad de incorporar cerca de 37.000 nuevos trabajadores hacia 2034, impulsados principalmente por reemplazos asociados a retiros y por una cartera de inversiones que supera los US$51.000 millones, concentrada en Antofagasta, Atacama y la Macrozona Centro. La mayor parte de la demanda se concentrará en roles críticos para la continuidad operacional, como mantenedores mecánicos, operadores de equipos móviles y fijos, y especialistas en mantenimiento.
La ministra de Minería, Aurora Williams, valoró el aporte del estudio para comprender la evolución del empleo y el impacto de políticas públicas y corporativas. Destacó también que el monitoreo realizado junto a CCM–Eleva permitió confirmar que, en 2025, las mujeres alcanzaron un 23,1% de participación en la gran minería, posicionando a Chile como líder mundial en este indicador.
Este crecimiento laboral ocurre junto a una acelerada incorporación de tecnologías, reflejada en la triplicación proyectada de camiones autónomos, que pasarán de 178 a 550 unidades hacia la próxima década. Según Natalia Morales, gerenta del Consejo de Competencias Mineras, este escenario refuerza el rol estratégico del Marco de Cualificaciones para la Minería, así como de la formación continua, la educación dual y el aprendizaje experiencial para acompañar los cambios tecnológicos y organizacionales del sector.
El estudio también evidencia un incremento significativo en el nivel educativo de los trabajadores. Mientras hace diez años la mitad contaba solo con educación media, hoy tres de cada cuatro poseen formación técnica o universitaria. Sin embargo, también se observa un envejecimiento progresivo de la fuerza laboral y una menor presencia de trabajadores menores de 30 años, lo que subraya la necesidad de fortalecer programas de prácticas, aprendices y trayectorias formativas para asegurar el recambio generacional.
En materia de diversidad, la industria muestra avances sostenidos: la participación femenina se triplicó en la última década, pasando de 7,7% en 2014 a 23,1% en 2025. Este cambio consolida una fuerza laboral más inclusiva, diversa y alineada con estándares internacionales.
Vladimir Glasinovic, director del Programa Eleva, enfatizó que los desafíos de la próxima década requieren una articulación estrecha entre empresas, instituciones educativas, sindicatos y organismos públicos. A su juicio, el trabajo colaborativo será crucial para desarrollar estrategias integrales que fortalezcan el capital humano a nivel nacional.
La presentación del informe reunió a más de 200 asistentes del sector minero, educativo y público, incluidos el Subsecretario de Educación Superior, Víctor Orellana; la Directora Ejecutiva de ChileValora, Ximena Rivillo; la Directora Nacional de SENCE, Romanina Morales; el Presidente Ejecutivo del Consejo Minero, Joaquín Villarino; y la Gerenta de Desarrollo Humano de Fundación Chile, Valentina Quiroga.
