Un nuevo estudio revela avances sostenidos en digitalización, impulsados por tecnología, liderazgo y colaboración entre empresas, instituciones y programas adherentes a Compromiso Minero.
La transformación digital se consolida como una de las principales fuerzas renovadoras de la industria minera en Chile, y los proveedores están tomando un rol protagónico en este proceso. Así lo confirma el más reciente Índice de Transformación Digital de Proveedores Mineros, elaborado por la Corporación Alta Ley, PMG y la Mesa Nacional de Proveedores, con el respaldo de iniciativas del programa Compromiso Minero.
El estudio muestra un avance de 7 puntos entre 2020 y 2025 en el nivel de digitalización de los proveedores del sector, especialmente en las dimensiones de tecnología y liderazgo, consolidando una tendencia hacia la modernización productiva, la sostenibilidad y la mejora en la competitividad.
Para Daniel Cattaneo, líder digital de la Corporación Alta Ley y coordinador del estudio, disponer de este tipo de información es esencial para acelerar la transformación: “Contar con esta medición nos permite incentivar la digitalización de manera exitosa en los proveedores, algo que promovemos activamente desde la Corporación”.
Cattaneo enfatizó que los desafíos actuales de la minería —productividad, seguridad, sostenibilidad y trazabilidad— requieren una respuesta decidida desde los proveedores, quienes deben integrar tecnologías como big data, IoT e inteligencia artificial, además de capacitar a su personal para los nuevos roles que surgen en el contexto de la minería 4.0.
Esta evolución es aún más significativa si se considera que, según el Estudio de Fuerza Laboral de la Alianza CCM-Eleva, cuatro de cada cinco trabajadores en regiones mineras están empleados en empresas proveedoras. “La transformación digital y tecnológica impacta a todos los actores de la cadena de valor”, señaló Natalia Morales, gerenta del Consejo de Competencias Mineras de CCM-Eleva. Añadió que los proveedores, por su agilidad y capacidad de innovación, están llamados a ser catalizadores del cambio tecnológico en la industria.
Morales también destacó que la digitalización permite nuevas formas de trabajo más seguras y sustentables, acceso a talento global y un entorno de colaboración interdisciplinaria que promueve estándares más altos y oportunidades de desarrollo para trabajadores y comunidades.
Desde la mirada gremial, Jorge Bravo, gerente de estudios y proyectos de APRIMIN, subrayó que la transformación digital representa una “oportunidad concreta” para que proveedores de todos los tamaños eleven su productividad, reduzcan su huella ambiental y se preparen para una minería más exigente. “Tecnologías como la inteligencia artificial ya están optimizando procesos y anticipando fallas. Pero el verdadero cambio está en las personas y las redes colaborativas”, afirmó.
Bravo también destacó la necesidad de acompañamiento técnico, financiamiento y articulación temprana con centros de conocimiento y empresas mandantes, especialmente para que las pequeñas y medianas empresas proveedoras puedan integrarse exitosamente a esta nueva etapa de la minería nacional.
Estos avances refuerzan el rol estratégico de los proveedores mineros en el camino hacia una industria más sostenible, moderna y preparada para los desafíos del futuro.