Quebrada Blanca: Debate sobre la gestión de los activos mineros estatales sigue abierto

A medida que avanza el proceso de compraventa, las posiciones se mantienen firmes. Mientras Codelco asegura que la transacción permitirá a Enami robustecer su condición financiera y continuar cumpliendo con su rol de apoyo a la pequeña y mediana minería, SONAMI advierte que esta venta podría ser perjudicial para el futuro de la estatal.

La venta del 10% de la participación de Enami en Quebrada Blanca a Codelco, valorada en US$ 520 millones, fue destacada por Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, como una operación que beneficiará tanto a Codelco como a Enami. Pacheco explicó ante la Comisión de Minería y Energía de la Cámara de Diputados que la compra se realizó conforme a los pactos accionarios originales, que permiten la venta directa y rápida de la participación de Enami a otra empresa estatal bajo condiciones preferentes.

Codelco defiende la operación como una oportunidad de desarrollo

Según Pacheco, la operación refuerza el control estatal sobre Quebrada Blanca, manteniendo en manos de Codelco una parte significativa de uno de los yacimientos de cobre más importantes del país. “Es un precio justo, que está en condiciones de mercado”, afirmó el directivo, destacando que la venta permitirá a Enami obtener los recursos necesarios para impulsar su plan de desarrollo.

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Pacheco detalló que Codelco y Enami acordaron un convenio de colaboración que incluye varios elementos, como la evaluación de traspasos de propiedades mineras, la optimización del uso de ácido sulfúrico, y el desarrollo de proyectos compartidos para aumentar la capacidad de fundición del país. Además, mencionó la posibilidad de colaborar en la extracción de litio, el tratamiento de residuos y la exploración de nuevas oportunidades mineras. “Esta negociación se estructuró sobre la base de un gana-gana, es decir, que ambas partes ganábamos”, insistió Pacheco.

El presidente de Codelco agregó que la transacción fue realizada tras un riguroso proceso de negociación, con el respaldo de asesorías financieras por parte de Banchile-Citi para Codelco y BTG Pactual para Enami. Además, recordó que Sumitomo adquirió en 2019 un 30% de Quebrada Blanca por más de US$ 1.200 millones, lo que sitúa el valor del 10% en aproximadamente US$ 416 millones. Según Pacheco, los US$ 520 millones pagados por Codelco superan este valor, lo que confirma que la transacción es favorable y está en línea con las condiciones del mercado.

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SONAMI critica la venta y advierte sobre el futuro de Enami

A pesar de la defensa de Codelco, la Sociedad Nacional de Minería (SONAMI) ha expresado una visión crítica sobre la operación. Jorge Riesco, presidente de SONAMI, urgió a las autoridades del Ministerio de Minería y Enami a reconsiderar la venta, calificándola como perjudicial para el futuro de Enami. “El negocio que plantea Codelco en este caso es terminal para Enami, la despoja del último activo que le permitiría tener un negocio sostenible y modernizarse”, advirtió Riesco.

Durante su intervención ante la misma comisión parlamentaria, Riesco cuestionó la falta de un plan integral para el desarrollo de Enami antes de enajenar este activo clave. También manifestó preocupación sobre la valorización de la venta, calificando el precio de la transacción como un «evidente perjuicio patrimonial» para la Empresa Nacional de Minería. En este sentido, Riesco afirmó que, en lugar de realizar esta venta, las autoridades deberían haber diseñado un proceso técnico y participativo para asegurar el futuro de Enami.

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Riesco también criticó la falta de transparencia en la información sobre el contrato entre Codelco y Enami, calificándola de “restringida e insuficiente”. Según el presidente de SONAMI, la venta del 10% de Quebrada Blanca responde únicamente a los intereses de Codelco, y no al desarrollo estratégico de Enami.