La emblemática Iglesia de Kiruna, uno de los mayores templos de madera del país, fue transportada en una sola pieza gracias a una compleja maniobra de ingeniería liderada por la empresa Mammoet.
En una hazaña de ingeniería sin precedentes, la empresa Mammoet completó con éxito el traslado de la emblemática Iglesia de Kiruna, una de las construcciones de madera más grandes y queridas de Suecia. El movimiento, realizado en dos días, marcó un momento histórico para la ciudad y simboliza la colaboración entre la ingeniería de precisión y el resguardo del patrimonio cultural.
Construida a inicios del siglo XX y votada en su momento como el edificio más bello de Suecia, la iglesia tuvo que ser reubicada debido a la expansión de la mina de hierro Kiruna, operada por LKAB. La empresa de ingeniería civil Veidekke y LKAB confiaron en Mammoet la responsabilidad de trasladar los 713 toneladas del edificio original en una sola pieza hasta el nuevo centro urbano, ubicado cinco kilómetros más al este.
El denominado “Gran Paseo de la Iglesia” atrajo a miles de espectadores, entre ellos el Rey de Suecia, quienes presenciaron el delicado movimiento de la estructura. Para lograrlo, Mammoet trabajó en estrecha colaboración con especialistas suecos en ingeniería de madera, modelando y ensayando la respuesta del edificio a cada fase del levantamiento y transporte.
La operación se programó para agosto, evitando así condiciones climáticas adversas. La iglesia fue elevada 1,3 metros sobre vigas de acero, apoyada en dos trenes de 28 líneas de ejes de transportadores modulares autopropulsados (SPMTs). Un sistema de monitoreo desarrollado por Mammoet permitió asegurar que el desplazamiento no superara una inclinación de 7,5 cm entre lados, garantizando la integridad del edificio.
El trayecto fue minuciosamente analizado, con ensanchamiento temporal de caminos, trabajos de compactación y pruebas de carga con pesos equivalentes. Durante el 19 y 20 de agosto, el edificio fue movido en horario diurno y depositado con éxito sobre su nueva base de hormigón.
En los próximos días, Mammoet también trasladará el campanario de 90 toneladas mediante una configuración distinta de SPMTs, consolidando su aporte a la conservación del patrimonio de Kiruna.
“El proyecto ejemplifica la importancia de la ingeniería detallada y la planificación rigurosa en movimientos únicos y significativos”, señaló William Soeters, jefe del proyecto en Mammoet. “Estamos orgullosos de haber contribuido a resguardar este edificio histórico para las generaciones futuras”.