Analistas proyectan que la integración de Quebrada Blanca y Collahuasi alcance un millón de toneladas anuales en la próxima década, superando a la faena estrella de BHP en Chile, aunque advierten riesgos en la operación.
La proyectada fusión de US$53 mil millones entre Anglo American y Teck Resources no solo representa la mayor operación minera de la década, también podría modificar el mapa global del cobre. Según estimaciones de la consultora CRU Group, la integración de la mina Quebrada Blanca (QB) de Teck con Collahuasi, controlada por Anglo y Glencore, alcanzaría hacia inicios de los años 2030 un nivel de producción que superaría a Escondida, actualmente la mayor mina de cobre del planeta.
William Tankard, analista de CRU, señaló que “es absolutamente factible que un complejo Collahuasi-QB pueda superar el nivel de producción de Escondida en los primeros años de la década de 2030”. El plan considera un sistema de correas transportadoras de 15 kilómetros que permitiría trasladar mineral de alta ley desde Collahuasi hasta las plantas de procesamiento de QB, agregando 175.000 toneladas de cobre anuales entre 2030 y 2049.
Los beneficios económicos proyectados también son significativos. Anglo y Teck estiman sinergias por US$800 millones al año antes de impuestos y hasta US$1.400 millones en EBITDA mediante eficiencias operativas y compras conjuntas. Para George Cheveley, portfolio manager en Ninety One, esas cifras incluso podrían ser conservadoras: “La opción de expandir y desarrollar el complejo durante varias décadas no está totalmente reflejada en esos números”.
Si se concreta, la nueva entidad produciría alrededor de 1,35 millones de toneladas anuales de cobre, por encima de las 1,28 millones que registró Escondida en 2024. Sin embargo, los desafíos no son menores. Teck ha enfrentado dificultades en QB, con sobrecostos, inestabilidad del rajo, fallas en planta y problemas en almacenamiento de relaves. Además, Anglo no controla por completo Collahuasi, donde Glencore y otros socios tienen participaciones relevantes.
Analistas como los de Wood Mackenzie valoran los activos de Teck en US$10.800 millones, pero advierten que los problemas de QB deben resolverse antes de pensar en destronar a Escondida. “Los riesgos de ejecución son muy relevantes”, señaló un informe reciente, subrayando que la estabilidad operativa de QB será determinante para que la fusión cumpla sus proyecciones.
En cualquier caso, la operación refuerza la tendencia a la consolidación en la industria minera, donde la competencia por los minerales críticos se ha vuelto estratégica para la transición energética. Para Anglo American, liderada por Duncan Wanblad, y para Jonathan Price, CEO de Teck y futuro deputy CEO de Anglo Teck, este acuerdo representa una oportunidad de largo plazo para posicionarse en Chile, epicentro del cobre mundial.
Con la fusión, Anglo-Teck se ubicaría entre los cinco mayores productores de cobre del planeta y abriría un nuevo capítulo en la histórica disputa por el liderazgo global, donde Escondida, operada por BHP, ha reinado por más de tres décadas.
Fuente: Mining.com