Sector alcanzó un 1,74% del PIB en el primer trimestre de 2025, pero enfrenta desafíos por baja inversión, permisos y desaceleración de industrias usuarias.
La industria química chilena continúa consolidando su peso dentro de la economía nacional. Según cifras presentadas en la Asamblea Anual de la Asociación Gremial de Industriales Químicos de Chile (Asiquim), el sector representó el 1,74% del PIB durante el primer trimestre de 2025, superando el 1,70% registrado en 2024. Este desempeño refleja una expansión sostenida, a pesar de los desafíos que enfrenta el rubro.
Así lo señaló Werner Watznauer, presidente saliente de Asiquim, quien destacó el rol del sector en la estructura productiva del país: “Esta tendencia al alza confirma que nuestra industria tiene un impacto creciente en la economía. Sin embargo, no ha sido un camino fácil: el bajo crecimiento de industrias usuarias ha obligado a ajustar presupuestos para mantener el dinamismo”.
Entre los sectores más afectados, Watznauer mencionó a la construcción, que atraviesa una fuerte contracción, y a la celulosa, papel y agroindustria, golpeadas por disrupciones globales de abastecimiento y conflictos internacionales. En contraposición, la minería ha mantenido su rol como motor del sector químico y de la economía en general.
Uno de los puntos críticos abordados durante la asamblea fue el comercio exterior. Las exportaciones del sector químico chileno cayeron un 40% en 2024 respecto al año anterior, principalmente debido a la alta volatilidad de los precios internacionales. Aun así, el sector representó un 8% del total de exportaciones del país. Las importaciones, por su parte, disminuyeron un 4%, manteniendo una participación del 15% en el total nacional.
La inversión también mostró señales preocupantes. Pasó de -0,1% en 2023 a -1,4% en 2024, reflejando un escenario de alta incertidumbre. Aunque en el primer trimestre de 2025 se observó una leve recuperación, esta se concentró exclusivamente en la compra de maquinaria y equipos, mientras que la inversión en construcción y obras sigue en descenso.
Watznauer cerró su mandato con un llamado a revisar los tiempos y exigencias de los permisos ambientales y sectoriales, señalados como una barrera estructural que frena el desarrollo del sector. “La inversión en manufactura no debe ser vista como algo negativo. Si reducimos las trabas burocráticas y aplicamos incentivos adecuados, el sector químico puede generar más empleo, dinamizar la economía y convertirse en un pilar clave para el bienestar del país”, afirmó.
Con una membresía de 127 empresas, Asiquim reafirmó su compromiso con impulsar una industria moderna, competitiva y sustentable, capaz de responder a los desafíos globales y locales con innovación y valor agregado.
