Lautaro Manríquez, de Tekfusion, y nacionalización: “No solo las compañías mineras saldrían dañadas, también los proveedores”

Lautaro Manríquez, gerente general de Tekfusion

“Chile está atravesando por diversos cambios en múltiples materias; algo que se puede evidenciar a través de la Convención Constituyente. Sin embargo, nuestro llamado siempre ha sido a buscar una optimización o mejoría de lo ya existente. Por ello, hemos advertido que el foco de la propuesta de nacionalización presentada, y luego aprobada en general en la Comisión de Medio Ambiente, es erróneo, dado que perjudica a todo el ecosistema minero; principalmente a los medianos y pequeños actores”, afirma Lautaro Manríquez Callejas, gerente general de Tekfusion, quien recientemente, y como representante del ecosistema minero, sitió la necesidad de hacer pública su inquietud.

Explica que para que la minería pueda seguir funcionando y entregando beneficios económicos a Chile, siempre se requerirá de inversión de capitales. Y para ello, enfatiza que es fundamental el aporte extranjero, porque “el país no está en condiciones de afrontar dicha inversión”.

Actualmente a la cabeza de Tekfusion, empresa chilena enfocada en el desarrollo de soluciones de ingeniería aplicables en múltiples industrias, entre ellas, la minería, Lautaro cuenta con una amplia experiencia en el mundo minero. Previamente lideró desde la gerencia general el holding Compañía Minera El Bronce, y también desde la misma posición, la Minera Altos de Punitaqui. Adicionalmente, ha sido consultor y socio fundador de empresas ligadas al rubro.

En una reciente carta a un medio, advierte que existe un foco erróneo en la discusión en torno a cómo lograr una minería que deje más beneficios al país. ¿Dónde  está ese error y cuál sería su causa?

Sobre la propuesta de nacionalización aprobada en general por la Comisión de Medio Ambiente, en Tekfusion hemos sido enfáticos en señalar que no existe un análisis mayor a lo que se propone. Un avance en esa línea solo podría perjudicar a la minería, que representa el principal eje económico del país.

Una hipotética nacionalización de la industria minera significaría una fuerte disminución en la inversión, y con ello, tanto las grandes empresas mineras, como también productores, proveedores o intermediarios dependientes de la minería, verían fuertemente afectados sus negocios, incluso, con opciones de cierre. Hay que tener en cuenta que el país ni siquiera es capaz de financiar las inversiones que Codelco requiere, lo que obliga a esta empresa estatal a sostener una fuerte deuda con acreedores financieros.

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Y para peor, esta propuesta no enfrenta aquello en lo cual  dicha comisión tendría que tener el foco, como son las temáticas medioambientales.

¿Por qué considera que no se hace cargo de ese tema?

El Estado empresario jamás ha sido garante de cumplir con la normativa medioambiental. Veamos algunos ejemplos: El Salvador durante decenios vertió sus relaves directamente en la playa de Chañaral, donde sus arenas son simplemente relaves. Tenemos el caso de la ex fundición de Enami en Ventanas, actualmente de Codelco, que tampoco se rigió por normativas medioambientales que cuidaran del entorno.  Y así, uno puede seguir con muchas de las empresas del Estado.

Cumplir con la normativa medioambiental requiere de muchos recursos, es una inversión cuantiosa, que para el Estado ya es difícil de cumplir cuando de partida existen infinitas otras prioridades sociales. Por otra parte, cuando el Estado controla a los privados, lo hace en forma muy exigente; pero es muy distinto cuando lo debe hacer a sí mismo.

¿Qué sería lo más preocupante de la propuesta de nacionalización?

Se debe entender desde dos aristas. Por un lado, desde el punto de vista de la nacionalización de las compañías, no se debe olvidar que la minería no solo la componen las grandes empresas, sino que existen muchas pymes que dependen de este rubro. En Tekfusion tenemos múltiples lazos y relaciones de largo plazo con diversas pequeñas y medianas empresas, que podrían verse seriamente perjudicadas si se toman decisiones como esta.

Asimismo, tenemos la convicción y concordamos en que es sumamente relevante avanzar medioambientalmente; múltiples empresas ya hemos puesto el foco en ello, para seguir dando soluciones en esta temática.

Impacto para los proveedores

¿Qué riesgos ve particularmente para el mundo de los proveedores mineros?

Al igual que como mencionó hace unos días el director ejecutivo de Aprimin, Sergio Hernández, los proveedores serían el grupo más perjudicado en caso de que se llegue a concretar una nacionalización. Para que la minería de este país pueda seguir funcionando y entregando beneficios económicos, siempre se requerirá de inversión de capitales, pero como ya señalé, el país no está en condiciones de afrontar dicha inversión. Por eso, no solo las compañías mineras saldrían dañadas, sino también los proveedores de la industria.

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Reitero que la discusión que hoy en día se está llevando a cabo, tiene un foco erróneo. La nacionalización del sector disminuirá de manera tal la inversión en el país, que sería ampliamente perjudicial para toda la cadena productiva en la minería chilena -grandes empresas, proveedores, intermediarios o productores-; situación que incrementaría la crisis o incertidumbre económica que viene arrastrando el país.

¿Ya han sentido alguna repercusión por este debate?

Es precipitado considerar repercusiones de gran tamaño, porque si bien existe una amplia disconformidad con lo propuesto, lo que más predomina es el sentimiento de incertidumbre por lo que se resolverá.

También la industria tiende a pensar que primará el sentido común, y que dicha iniciativa no verá la luz.

¿Qué han escuchado de otros proveedores y contactos de la industria?

Durante los últimos días, tras entregar nuestra opinión frente al presente debate (mediante una carta), hemos recibido múltiples comentarios por parte de nuestros stakeholders, donde nos ratifican la posición que presentamos como empresa.

Esto, indudablemente, se suma a otras posturas que se han entregado desde el mundo de la minería, como de Diego Hernández, presidente de la Sonami; Joaquín Villarino, presidente ejecutivo del Consejo Minero; o Sergio Hernández, director ejecutivo de Aprimin. La impresión es que, transversalmente, existe una postura negativa frente a la propuesta de nacionalización.

Señaló que hay incertidumbre en el sector ¿Ese es el ambiente imperante en torno a lo que pueda decidir la Convención?

Al igual que todas las chilenas y chilenos, apelamos a la responsabilidad y a la sensatez en la redacción de la que podría ser la nueva Carta Magna que rija al país por las próximas décadas. Existe incertidumbre, pero esperamos que impere un tono serio en la propuesta de nueva Constitución, y que también la gente pueda definir con responsabilidad sobre su preferencia, en lo que será el plebiscito de salida.

A su juicio ¿Cuán relevante ha sido el aporte de la minería privada y por qué?

Sin duda que ha sido un extraordinario aporte al desarrollo del país. Por lejos es la industria que más divisas ha entregado a Chile en los últimos 30 años; divisas que han permitido a los chilenos, entre otros beneficios, poder adquirir bienes importados a precios razonables y alcanzables.

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Poner operación una mina nueva exige mucha geología; altas inversiones en minería y metalurgia, en todas las etapas de ingeniería; el desarrollo de toda la permisología, entre muchas otros factores. Todo esto puede tardar más de una década.

Por lo mismo, el valor agregado que aporta la minería es inmenso, al contrario del discurso imperante; no solo porque logra darle valor a una roca, que sin tecnología aplicada no vale nada, sino porque requiere altísimas inversiones en contar con un recurso humano muy capacitado; en infraestructura; en un alto desarrollo de proveedores de servicios e insumos, entre muchos otros requerimientos. Por lo que el costo por tonelada procesada o por libra de cobre vendida, son recursos que se quedan en el país.

A la espera que se despejen incertidumbres

¿Cuánto representa el mercado minero  para Tekfusion?

Nuestro mercado no es sólo minero. Proveemos a diversas industrias, como la salmonera, la construcción, empresas de agua potable, entre otras; pero sin duda la minería es muy importante para nuestra empresa.

¿Han cambiado sus proyecciones de crecimiento y de negocios para este año?

No, nuestras proyecciones siguen como antes, pues nos hemos esforzado en profundizar nuestros diversos mercados, la capacidad de producción, ampliar la gama de productos a nuestros clientes, entre otras medidas.

¿Están postergando proyectos o lo han evaluado?

Sin duda que hay decisiones de inversión que hemos postergado a la espera de menor incertidumbre, que significa riesgo. Sin embargo, tenemos toda la esperanza de poder retomarlas, en la medida que dichas incertidumbres vayan mitigándose, sobre la base de decisiones en las  que se imponga el sentido común y al bien superior del país. En otras palabras, que la Constitución que se está redactando sea, de verdad, la casa de todos y nos unamos en ella.

¿Qué le diría a los convencionales, que hoy se puede decir que tienen en sus manos el modelo y futuro de la minería?

Hacemos un llamado a la responsabilidad y la seriedad. Es importante comprender que la discusión que hoy se está llevando a cabo, puede marcar al país por muchos años más. Esperemos que esto se haga de la manera más seria y con sentido común posibles.